mío, si no que, a través del mío cumplí el sueño de muchos amigos, el Everest significa para mi mucho, no importa si fui el primer peruano, lo más importante fu estar en la cumbre, contemplar el Mundo y guardar en mi mochila esos recuerdos impregnados de emoción y energía.

Ahora ya son 20 años, ¿Cómo has vivido estas dos décadas de ser el primer peruano en el Everest?
Cuando regrese del Everest, tuve una recepción de parte de los amigos, los del Club Américo Tordoya, algunas entrevistas y reconocimientos y después paso al olvido. Me dedique a hacer más montañas y a guiar para algunas compañías, apareció el Facebook y publique las cosas que hacía, mucha gente recién se enteró que fui el primer peruano en el Everest. Este año en el VIII Inkafest me rindieron homenaje, jamás me habían tomado tantas fotos, pude mostrar a la gente que puse la bandera peruana en la cumbre del Everest, fue increíble, sobre todo porque recordé lo que pase el 92.

Para terminar, Himalaya siempre ha sido un “caso casi utópico” para el montañismo nacional, aún así, a